El Pico Piedras Blancas, cuyo nombre es un tributo a las manchas blanquecinas en sus costados y cerca de su cumbre, se levanta majestuosamente en la Sierra de La Culata, Venezuela. A pesar de su predominante tonalidad gris, estas áreas más claras vistas desde ciertos ángulos le confieren su nombre distintivo.
También es conocido por el nombre menos común de Misamán, posiblemente de origen prehispánico.
Alfredo Jahn, el célebre naturalista, realizó la primera medición de la altitud de Piedras Blancas en 1912, registrándose en 4762 msnm. Este dato, obtenido mediante métodos trigonométricos, sugiere que Jahn no llegó a su cumbre. La altitud más reciente y precisa del Pico Piedras Blancas, obtenida por GPS, es de 4748 msnm, lo que le otorga el honor de ser la cumbre más alta de la Sierra de La Culata y la quinta más elevada de todo el territorio nacional.
La base del Pico Piedras Blancas alberga varias lagunas que han inspirado leyendas locales. Es aquí donde convergen antiguos caminos que unen el páramo de los altos Andes con las llanuras al sur del Lago de Maracaibo y varias poblaciones en la cuenca del río Chama.
Este macizo majestuoso también sirve de telón de fondo para una carretera rural ahora en desuso, que conecta el valle de Mifafí con las localidades de Mucumpís, Torondoy y Caja Seca. Esta ruta, también utilizada para el ciclismo de montaña, ofrece un recorrido único en el mundo. No solo por la altitud y el desnivel máximo alcanzado, sino también por la variedad de paisajes y ecosistemas que atraviesa, lo que hace de cada ascenso al Pico Piedras Blancas una verdadera aventura.
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